Humai, una empresa tecnológica de inteligencia artificial, asegura estar trabajando en un proyecto que permitiría en el año 2045 traer a la vida a las personas que han fallecido. La compañía pretende transferir la conciencia de un ser humano a un cuerpo artificial después de su fallecimiento.
Esta organización australiana con sede en Los Ángeles afirma que dispone de la tecnología suficiente para resucitar a los muertos dentro de 30 años. “La misión de la empresa de inteligencia artificial es reinventar la vida futura”, aclaran los diseñadores.
Humai pretende usar la tecnología criónica para congelar y almacenar el cerebro después de la muerte, hasta el momento en el que la tecnología haya evolucionado lo suficiente, para insertarlo en un cuerpo artificial. “Estamos utilizando inteligencia artificial y nanotecnología para almacenar estilos conversacionales, patrones de conducta, procesos de pensamiento e información sobre cómo funciona nuestro cuerpo. Estos datos serán codificados en diversos sensores que implantaremos en un cuerpo humano artificial. Usando tecnología de clonado, seremos capaces de recuperar el cerebro en su madurez”. Así lo explica Humai en su página web.
La realización de este plan se basa en los siguientes puntos. “Primero, tenemos planificado recoger datos sobre nuestros miembros durante su vida mediante varios programas que estamos desarrollando”, explica Bocanegra. Una de estas aplicaciones se llama ‘Soul’ (‘alma’, en inglés) y está diseñada para reproducir la voz y la personalidad de una persona después de su muerte. “Las funciones del cuerpo artificial serán controladas con el pensamiento mediante la medición de las ondas cerebrales. A medida que el cerebro envejezca, utilizaremos nanotecnología para reparar y mejorar las células. También, nos ayudará la tecnología de clonación”, añade.
Así, en lugar de aceptar que un ser querido ha muerto, con ayuda de una representación artificial de él en forma de aplicación o programa sus familiares podrán hacer como si estuviera aún vivo e interactuar con él.
Fuentes: Humai
Esta organización australiana con sede en Los Ángeles afirma que dispone de la tecnología suficiente para resucitar a los muertos dentro de 30 años. “La misión de la empresa de inteligencia artificial es reinventar la vida futura”, aclaran los diseñadores.
Humai pretende usar la tecnología criónica para congelar y almacenar el cerebro después de la muerte, hasta el momento en el que la tecnología haya evolucionado lo suficiente, para insertarlo en un cuerpo artificial. “Estamos utilizando inteligencia artificial y nanotecnología para almacenar estilos conversacionales, patrones de conducta, procesos de pensamiento e información sobre cómo funciona nuestro cuerpo. Estos datos serán codificados en diversos sensores que implantaremos en un cuerpo humano artificial. Usando tecnología de clonado, seremos capaces de recuperar el cerebro en su madurez”. Así lo explica Humai en su página web.
La realización de este plan se basa en los siguientes puntos. “Primero, tenemos planificado recoger datos sobre nuestros miembros durante su vida mediante varios programas que estamos desarrollando”, explica Bocanegra. Una de estas aplicaciones se llama ‘Soul’ (‘alma’, en inglés) y está diseñada para reproducir la voz y la personalidad de una persona después de su muerte. “Las funciones del cuerpo artificial serán controladas con el pensamiento mediante la medición de las ondas cerebrales. A medida que el cerebro envejezca, utilizaremos nanotecnología para reparar y mejorar las células. También, nos ayudará la tecnología de clonación”, añade.
Así, en lugar de aceptar que un ser querido ha muerto, con ayuda de una representación artificial de él en forma de aplicación o programa sus familiares podrán hacer como si estuviera aún vivo e interactuar con él.
Fuentes: Humai
