domingo, 29 de diciembre de 2019

Autoengaño, Logorrea y Pseudociencia



La pseudociencia constituye una forma de fraude intelectual consistente en ideas ajenas a la ciencia que, en un intento de aumentar su prestigio y aceptación social, se impostan como científicas.

El criterio de demarcación de Sven Ove Hansson (2009; 2013)  establece que un enunciado es pseudocientífico si y solo si:

1. Se refiere a un problema dentro del dominio de la ciencia en un sentido amplio
(criterio de dominio científico).
2. Adolece de una grave falta de fiabilidad, tal que no resulta en absoluto ser de confianza (criterio de la falta de fiabilidad).
3. Es parte de una doctrina para la que sus defensores tratan de crear la impresión de que representa el conocimiento más confiable de su temática (criterio de la doctrina desviada) (Hansson 2013, 71-72).


Los ejemplos que cumplen estas condiciones son numerosos, y se instalan en campos como la biología —lysenkoísmo, Diseño Inteligente—, la medicina —homeopatía, quiropraxia, terapia neural—, la psicología —(psicoanálisis), hipnosis regresiva, programación neurolingüística—, los productos milagro —cremas con ADN, la dieta del grupo sanguíneo—, o la historia —negacionismo del Holocausto, (astronautas de la antigüedad).

(Entre parentesis: No cumplen las condiciones para ser llamadas ciencia, pero eso no quiere decir que no tengan una hipotesis basadas en hechos y lógica)


El estudio de la pseudociencia tiene grandes problemas de cribado y carece de una escala propia que resulte adecuada. Lundstrôm y Jakobsson (2009) incluyen como pseudociencia la telepatía, la telequinesis, la influencia de las fases lunares en nuestra conducta o el uso de péndulos para decidir el sexo de los bebés.

Hay casos de marcos teóricos aún más carentes de solidez, como (Franz y Green 2013), en el que el 100% de los contenidos de las escalas empleadas son propios de pensamiento paranormal o espiritual. O como (Johnson y Pigliucci 2004), que incluyen en su escala de creencias pseudocientíficas, dejando de lado la astrología, un 80% de ítems que hacen referencia al pensamiento paranormal o conspirativo —alienígenas en el área 51, la supuesta capacidad de los animales para detectar fantasmas, el vudú o creer que romper un espejo da mala suerte.

La capacidad del ser humano para la de detección inmediata de engaños es tan baja que se acerca al azar (Bond y DePaulo 2006), con una pequeña fracción de aciertos por encima de lo aleatorio que se debe más a malos engañadores que a buenos detectores (Levine 2010) —a lo que hay que sumar fenómenos como, por ejemplo, las falsas memorias (Roediger y McDermott 1995; Braun, Ellis y Loftus 2002).

El principal problema es que las personas tienden a fijarse en el lenguaje corporal, en el nerviosismo (The Global Deception Research Team 2006) o en la actitud general de la persona, de un modo bastante prejuicioso y estereotipado (Levine et al. 2011), cuando esta clase de indicadores son poco fiables. Ello lleva a que ciertas personas sean consideradas sospechosas habituales de mentir siendo inocentes y a otras que, mintiendo pero controlando estos indicadores intuitivos, son capaces de aparentar la más incorruptible honestidad.

Es comprensible que el ser humano no haya desarrollado mecanismos fiables para detectar engaños guiándose por indicadores visibles en el momento mismo de mentir, dado que la interacción por defecto en las relaciones humanas es la sinceridad (Levine, Kim y Hamel 2010) y, por ello, la gente suele pensar por defecto que su interlocutor está siendo sincero (Levine 2014). De hecho, se calcula que solo el 5% de la población de los EEUU es culpable del 50% de las mentiras totales del país (Serota, Levine y Boster 2010).

Esta realidad contrasta con los beneficios sociales y personales del autoengaño, dado que las personas con niveles poco realistas de confianza en sí mismas tienen mayor atractivo sexual (Murphy et al. 2015) —esos niveles correlacionan con niveles altos de testosterona (Ronay 2016)— y éxito social (Anderson 2012). El autoengaño suele ser una herramienta muy útil para convencer a los demás (von Hippel y Trivers 2011), dado que hace sentir bien a esa persona, genera motivación en ella y proyecta una imagen de liderazgo y seguridad que la convierte en más eficaz engañando a los demás (Lamba y Nityananda 2014; Smith, Trivers y von Hippel. 2017).

Las personas, de hecho, suelen mentir únicamente hasta un nivel en el que puedan ser capaces de salvar su propia autoimagen de integridad, racionalizando para ello sus conductas inmorales (Tsang 2002). En este sentido, neutralizar la identidad moral es algo clave para la supervivencia de una pseudociencia, lo cual viene mediado, entre otras cosas, por la supresión de la atención en los códigos deontológicos de la educación o de las profesiones sanitarias, o por una actitud victimista y conspirativa en la que la industria y el sistema serían la fuente de un sufrimiento mucho mayor.
El pseudocientífico se ve a sí mismo como un luchador social, y tiene a mano una gran cantidad de herramientas, bajo la forma de sistemas de ideas autovalidantes (Boudry y Braeckman 2012) o de hipótesis ad-hoc, que permiten racionalizar y aumentar sus niveles de disonancia cognitiva, convirtiendo sistemáticamente las críticas y refutaciones en confirmaciones respecto a sus ideas y a su autoimagen. El problema de esta autoconcepción de luchador social es que motiva para engañar más a los demás, al creer que está haciendo el bien con ello (Gino, Ayal y Ariely 2013).

Las personas creativas mienten con más frecuencia (Gino y Ariely 2011). No tanto las más inteligentes —definiendo la inteligencia como la habilidad general para resolver problemas—, sino los denominados «pensadores originales»; aquellos pensadores con mayor capacidad para inventar relatos, con más flexibilidad social e incluso con más materia blanca —mayor interconexión entre áreas cerebrales.

Por último, es posible interpretar que la correlación con la religiosidad responde a
un mal diseño de la escala empleada para medir las creencias pseudocientíficas; una escala ah-hoc (Que es apropiado, adecuado o especialmente dispuesto para un determinado fin) que incluía entre sus ítems de forma recurrente al Diseño Inteligente, una pseudociencia estrechamente relacionada con la derecha religiosa de los Estados Unidos.

En psicología está fuertemente contrastado el modelo dual de la cognición humana, en el que existen dos sistemas de procesamiento de la información que funcionan en paralelo y que suponen subsistemas diferenciados a nivel cerebral (Tsujii y Watanabe 2009): el sistema intuitivo y el analítico (Epstein et al. 1996). El sistema intuitivo es rápido e inherentemente sesgado, permitiéndonos tomar decisiones inmediatas y poco razonadas, mientras que el analítico es lento, costoso y basado en el pensamiento crítico.

La mayor parte de la población, debido al tipo de educación que recibe y a las limitaciones intrínsecas que la especialización científica impone, únicamente es capaz de valorar la ciencia en relación a las características del interlocutor y a su apariencia estereotipada de cientificidad. Esto ha llevado a una comprensión muy deficiente de la naturaleza de la ciencia (Sumranwanich y Yuenyong 2014), incluso entre profesores de ciencia (Alswelmyeen y Al olimmat 2013), sesgos que pueden verse aún más agudizados en el caso de la atribución de autoridad vía internet (Metzger y Flanagin 2013).



Alvin Goldman localiza tres fuentes de valoración informal de la autoridad (Goldman 2001). En primer lugar, el análisis de los argumentos desde un punto de vista de la «superioridad dialéctica». En segundo, el apoyo en los expertos y por último, el valor de los credenciales del supuesto experto. El impacto psicológico, a nivel social, de las ideas de alguien que emane autoridad en el sentido de prestigio, de apoyo social, de supuesta falta de intereses ocultos e incluso de una valencia positiva en el nivel emocional y moral respecto a sus ideas es mucho mayor que el impacto de aquel que pretende legitimarse con base en un discurso seco, basado en estudios que pueden resultar incomprensibles y que, además, ofrecen al lego la a veces desagradable sensación de ignorancia y de falta de cierre epistémico (fundamento o conocimiento exacto).



La logorrea se podría definir como una tendencia a la verborrea desaforada y sin sentido. Consiste en hablar más, independientemente del sentido o la validez que pueda tener lo dicho. La logorrea es típica de la charlatanería, incluyendo a la pseudociencia (Ladyman 2013), y ha sido durante largo tiempo un gran problema para la filosofía, especialmente dentro de las corrientes posmodernas (Sokal y Bricmont 1999). Un orador logorréico es aquel que, en aras de continuar hablando, apela a falacias de oscuridad constantes (Walton 2002), en un estilo expresivo que supone un torrente de supuesta información semialeatoria que, además de confundir al rival y al oyente, y dadas las condiciones habituales de valoración de la capacidad retórica, hace parecer brillante al hablante cuando su discurso no tiene ni pies ni cabeza.

El psicoanálisis hizo lo propio con la termodinámica, durante la New Age fue lo cuántico y lo psico (Rosen 1977), durante cierto tiempo lo bio estuvo de moda, y ahora encontramos una gran cantidad de neuropseudociencia heredada en parte de la New Age (Beyerstein 1990).



Las personas tienden a mostrar un mayor respeto por las ideas que son apoyadas por una mayoría —un fenómeno habitualmente denominado «efecto bandwagon»—, incluso hasta el nivel de sostener ideas que resultan claramente contraintuitivas o ya refutadas (Bond y Smith 1996). Este tipo de comportamiento responde a las tendencias gregarias prosociales (Baumeister y Leary 1995) y conformistas del ser humano, inhibiendo sus acertadas primeras impresiones, aunque la estrategia adaptativa sea válida en términos de su contexto evolutivo.

Acerca de las publicaciones en revistas exigentes, hay tres estrategias habituales. La primera de ellas consiste en crear revistas carentes de controles rigurosos o directamente carentes de control alguno, con nombres grandilocuentes como el NLP Research Journal, el Interdisciplinary Journal of the International Society of Cryptozoology, o el Journal of Psychiatric Orgone Therapy, entre otros cientos de casos. Una segunda opción consiste en conseguir, por un fallo en los procesos de control de las revistas, publicar un artículo pseudocientífico en una publicación científica. Estos casos son abundantes, con algunos muy sonados como el artículo en The Lancet que relacionaba la vacuna triple vírica con el autismo.

Los grupos sociales humanos tienen determinadas dinámicas inherentes, como la jerarquización o el sentimiento de pertenencia. Los pseudocientíficos son un grupo humano que ha ido generando un cierto sentimiento de pertenencia, aunque puedan competir entre ellos. En este sentido, se establecen dos tipos diferenciados de pertenencia. En primer lugar, pertenencia al grupo que defiende una teoría específica, por ejemplo, terapeutas/consumidores de rebirthing, negacionistas de las vacunas o adeptos a la antroposofía -que relaciona la divinidad con la sabiduria humana-. Los defensores de la tierra plana suelen tener serios problemas con los defensores de la tierra hueca, la Gestalt con el psicoanálisis, los homeópatas licenciados en medicina con los que no, etc.

Lo que caracteriza el sentimiento de pertenencia a las diversas pseudociencias es, además de un posible negocio y la relación ambivalente con la ciencia, el victimismo y el sentimiento de estar un peldaño por encima de la ciencia «oficial» en un sentido moral y, en ocasiones, epistemológico. Ellos serían la buena ciencia, mientras que sus rivales dentro del sistema serían mala ciencia o, como mucho, ciencia mediocre. Por efecto del sesgo endogrupal y del narcisismo colectivo, los grupos tienden a percibirse como moralmente superiores a sus rivales. De este modo, los pseudocientíficos se caracterizarían por una mayor altura ética que los científicos, incluso en relación a cuestiones ecológicas o políticas.

Por ejemplo, considerando que su punto de vista es más «holístico», más abarcante, o que ellos comprenden las verdaderas causas de los problemas en lugar de atender a cuestiones superficiales. Existen casos sorprendentes por el nivel de exaltación de la autoconcepción de superioridad respecto a la ciencia, algo especialmente presente cuando se dan arengas nacionalistas dentro de la teoría pseudocientífica, como, por ejemplo, en cierta pseudociencia hinduista (Sokal 2006) que considera que la mecánica cuántica no solo fue ya descrita por los antiguos vedas, sino que fue superada por estos.


La pseudociencia, como también la politica y actividades implicadas en el negocio,  es una práctica llevada a cabo mayoritariamente por personas con un nivel educativo alto, de estatus socioeconómico medio-alto o alto (MSPSI 2011) y de pertenencia a etnias favorecidas por el sistema social (Chao y Wade 2008) —el mismo sistema social que suele ser ampliamente criticado en el discurso habitual de los pseudocientíficos. Es posible que esto se deba, además de al mayor respeto que una persona con un nivel educativo alto podría presentar hacia la ciencia, al mayor nivel de rebeldía anti-sistema que suelen presentar los grupos sociales que sienten menos dependencia respecto al mismo. En efecto, está ampliamente documentado que los grupos sociales más desfavorecidos son aquellos que justifican el sistema con mayor vehemencia (Jost et al. 2003; van der Toorn et al. 2015), incluso
en situaciones de pobreza extrema (Henry y Saul 2006). Este hecho, sumado a la preferencia social de la que gozan las figuras de autoridad y los grupos sociales pertenecientes a clases altas (Jost, Pelham y Carvallo 2002), genera que la pseudociencia, asi como otros artificios y engaños,  sea aún más atractivos para el grueso de la población.


Articulo escrito con contenido del departamento de Lógica, Historia y Filosofía de la Ciencia de la UNED grado de Filosofia.

REFERENCIAS
‘t Hooft, Gerardus. 2008. Editorial note. Foundations of Physics 38(1): 1-2.
Alswelmyeen, Monther y Abeer Al olimmat. 2013. The level of understanding of the nature of science for physics teachers and the relationship of that experience with academic qualification. European ScientificJournal 9/5: 15-28.
Anderson, Cameron et al. 2012. A status-enhancement account of overconfidence. Journal of Personality and Social Psychology 103/4: 718-735.
Ariely, Dan, Anat Brach, y Stephan Meier. 2009. Doing Good or Doing Well? Image Motivation and Monetary Incentives in Behaving Prosocially. American Economic Review 99/1: 544-555.
Barkan, Rachel, Shahar Ayal, y Dan Ariely. 2015. Ethical dissonance, justifications, and moral behavior. Current Opinion in Psychology 6: 157-161.
Barkan, Rachel et al. 2012. The pot calling the kettle black: distancing response to ethical dissonance. J Exp
Psychol Gen. 141(4): 757-773.
Baumeister, Roy y Mark Leary. 1995. The Need to Belong: Desire for Interpersonal Attachments as a Fundamental Human Motivation. Psychological Bulletin 117/3: 497-529.
Beyerstein, Barry.1990. Brainscams: Neuromythologies of the New Age. International Journal of MentalHealth 19/3: 27-36.
Blancke, Stefaan, Maarten Boudry y Massimo Pigliucci. 2016. Why Do Irrational Beliefs Mimic Science?
The Cultural Evolution of Pseudoscience. Theoria 83/1: 78-97.
Blancke, Stefaan et al. 2015. Fatal attraction: the intuitive appeal of GMO opposition. Trends in Plant Science 20/7: 414-418.
Bond, Charles y Bella DePaulo. 2006. Accuracy of Deception Judgments. Personality and Social Psychology
Review 10/3: 214-234.
Bond, Rod y Peter Smith. 1996. Culture and conformity: A meta-analysis of studies using Asch’s (1952b, 1956) line judgment task. Psychological Bulletin 119/1: 111-137.
Boudry, Maarten et al. 2014 What makes weird beliefs thrive? The epidemiology of pseudoscience. Philosophical Psychology 28/8: 1177-1198.
Boudry, Maarten y Johan Braeckman. (2012) How Convenient! The Epistemic Rationale of Self-validating Belief Systems. Philosophical Psychology 25: 341-364.
Braun, Kathryn, Rhiannon Ellis, y Elizabeth Loftus. 2002. Make my memory: how advertising can change our memories of the past. Psychol. Mark. 19: 1-23.
Brotherton, Robert, Chris French y Allan Pickering. 2013. Measuring Belief in Conspiracy Theories: The Generic Conspiracist Beliefs Scale. Frontiers in Psychology 4: 1-15.
Bruhn, Gerhard. 2008. On the Non-Lorentz-Invariance of M.W. Evans’ O(3)-Symmetry Law. Foundations of Physics 38/1: 3-6.
Bruhn, Gerhard, Friedrich Hehl, y Arkadiusz Jadczyk. 2008. Comments on «Spin Connection Resonance in Gravitational General Relativity. Acta Phys. Polon. B. 39: 51-58.
Bunge, Mario. 1985. Seudociencia e ideología. Madrid: Alianza.
Chao, MT y CM. Wade. 2008. Socioeconomic Factors and Women’s Use of Complementary and Alternative Medicine in Four Racial/Ethnic Groups. Ethn Dis. 18/1: 65-71.
CIS. 2001. Valores y creencias de los jóvenes. http://www.cis.es/cis/export/sites/default/-Archivos/
Marginales/2440_2459/2440/Es2440mar.pdf. Consultado el 16 de abril del 2017.362 Angelo Fasce Theoria 32/3 (2017): 345-365
Davenas, E et al. 1988. Human basophil degranulation triggered by very dilute antiserum against IgE. Nature 333/6176: 816-8.
Emel’yanova, A et al. 2017 Effects of Release-Active Antibodies to CD4 Receptor on the Level of lck-Kinase
in Cultured Mononuclear Cells from Human Peripheral Blood. Bulletin of Experimental Biology and Medicine 162: 323-326.
Epstein, Seymour et al. 1996. Individual differences in intuitive-experiential and analytical-rational thinking styles. Journal of Personality and Social Psychology 71: 390-405.
Fanelli, Daniele. 2009. How Many Scientists Fabricate and Falsify Research? A Systematic Review and MetaAnalysis of Survey Data. PLoS One 4/5: e5738.
Festinger, Leon. 1957 A Theory of Cognitive Dissonance. Stanford, CA: Stanford University Press.
Frankfurt, Harry. 2005. On Bullshit. Princeton: Princeton University Press.
Franz, Timothy y Kris Green. 2013. The impact of an interdisciplinary learning community course on pseudoscientific reasoning in first-year science students. Journal of the Scholarship of Teaching and Learning 13/5: 90-105.
Freud, Sigmund. [1896] 1976. [Zur Ätiologie der Hysterie] La etiología de la histeria. En José Luis Etcheverry ed., Sigmund Freud, obras completas (Volumen 3), 185-218. Buenos Aires: Amorrortu Editores.
Ganina, K. et al. 2017. Release-Active Antibodies to S100 Protein Can Correct the Course of Experimental Allergic Encephalomyelitis. Neuroscience and Behavioral Physiology 47: 163-167.
Gavrilova, Elena et al. 2014. Novel Approach to Activity Evaluation for Release-Active Forms of Anti-Interferon-Gamma Antibodies Based on Enzyme-Linked Immunoassay. PLoS ONE 9/5: e97017.
Gaze, Catherine. 2014. Popular psychological myths: A comparison of students’ beliefs across the psychology major. Journal of the Scholarship of Teaching and Learning 14/2: 46-60.
Gervais, Will y Ara Norenzayan. 2012. Analitic Thinking Promotes Religious Disbelief. Science 336/6080: 493-496.
Gino, Francesca y Dan Ariely. 2011. The Dark Side of Creativity: Original Thinkers Can Be More Dishonest. Journal of Personality and Social Psychology.
Gino, Francesca, Shahar Ayal, y Dan Ariely. 2009. Contagion and differentiation in unethical behavior: the effect of one bad apple on the barrel. Psychol Sci. 20/3: 393-398.
—. 2013. Self-Serving Altruism? The Lure of Unethical Actions that Benefit Others. J Econ Behav Organ. 93: 285-292.
Goldman, Alvin. 2001. Experts: Which Ones Should You Trust?. Philosophy and Phenomenological Research 63/1: 85-110.
Hansson, Sven Ove. 2009. Cutting the Gordian Knot of Demarcation. International Studies in the Philosophy of Science 23/3: 237-243.
—. 2013. Defining pseudoscience and science. In Massimo Pigliucci and Maarten Boudry eds., Philosophy of Pseudoscience: Reconsidering the Demarcation Problem, 61-77. Chicago: University of Chicago Press.
—. 2017. Science denial as a form of pseudoscience. Submitted manuscript.
Henry, P. y A. Saul. 2006. The Development of System Justification in the Developing World. Social Justice
Research 19/3: 365-37.
Hughes, Sean, Fiona Lyddy y Sinead Lambe. 2013. Misconceptions about Psychological Science: a review.
Psychology Learning and Teaching 12/1: 20-31.
Johnson, Matthew y Massimo Pigliucci. 2004. Is Knowledge of Science Associated with Higher Skepticism of Pseudoscientific Claims?. The American Biology Teacher 66/8: 536-548.
Jost, John et al. 2003. Social inequality and the reduction of ideological dissonance on behalf of the system:
evidence of enhanced system justification among the disadvantaged. Eur. J. Soc. Psychol. 33: 13-36.
Jost, John, Allison Ledgerwood, y Curtis Hardin. 2008. Shared reality, system justification, and the relational basis of ideological beliefs. Social and Personality Psychology Compass 2: 171-186.
Jost, John, Brett Pelham y Mauricio Carvallo. 2002. Non-conscious forms of system justification: Cognitive, affective, and behavioral preferences for higher status groups. Journal of Experimental Social Psychology 38: 586-602.Theoria 32/3 (2017): 345-365
Los parásitos de la ciencia. Una caracterización psicocognitiva del engaño pseudocientífico 363 Kaikati, J. 1987. Celebrity Advertising. A Review and Synthesis. International Journal of Advertising 6/2:93-105.
Ladyman, James. 2013. Toward a Demarcation of Science from Pseudoscience. In Massimo Pigliucci and Maarten Boudry eds., Philosophy of Pseudoscience: Reconsidering the Demarcation Problem, 45-59. Chicago: University of Chicago Press.
Lamba, Shakti y Vivek Nityananda. 2014. Self-Deceived Individuals Are Better at Deceiving Others. PLoS One 9/8: e104562.
Levine, Timothy. 2010. A Few Transparent Liars: Explaining 54% Accuracy in Deception Detection Experiments. Annals of the International Communication Association 34/1: 41-61.
—. 2011. Sender Demeanor: Individual Differences in Sender Believability Have a Powerful Impact on Deception Detection Judgments. Human Communication Research 37/3: 377-403.
—. 2014. Truth-Default Theory (TDT): A Theory of Human Deception and Deception Detection. Journal of Language and Social Psychology 33/4: 378-392.
Levine, Timothy, Rachel Kim, y Lauren Hamel. 2010. People Lie for a Reason: Three Experiments Documenting the Principle of Veracity. Communication Research Reports 27/4: 271-285.
Lewandowsky, Stephan, Gilles Gignac, y Klaus Oberauer. 2013. The role of conspiracist ideation and worldviews in predicting rejection of science. PLoS One 8/10: e75637.
Lewandowsky, Stephan, Klaus Oberauer, y Gilles Gignac. 2013. NASA Faked the Moon Landing—Therefore, (Climate) Science Is a hoax. An Anatomy of the Motivated Rejection of Science. Psychological Science 24/5: 622-633.
Lilienfeld, Scott, Jeffrey Lohr, y Dean Morier. 2004. The Teaching of Courses in the Science and Pseudoscience of Psychology: Useful Resources. Teaching of Psychology 28/3: 182-191.
Lindeman, Maarjana y Kia Aarnio. 2006. Paranormal beliefs: Their dimensionality and correlates. European Journal of Personality 20: 585-602.
Lobato, Emilio et al. (2014) Examining the Relationship Between Conspiracy Theories, Paranormal Beliefs, and Pseudoscience Acceptance Among a University Population. Applied Cognitive Psychology 28: 617-625.
Loftus, Elizabeth y Katherine Ketcham. 1994. The Myth of Repressed Memory. NY: St. Martin’s Press.
Lord, Charles, Lee Ross y Marc Lepper. 1979. Biased assimilation and attitude polarization: The effects of prior theories on subsequently considered evidence. Journal of Personality and Social Psychology 37/11: 2098-2109.
Losh, Susan y Brandon Nzekwe. 2011. Creatures in the classroom: Preservice teacher beliefs about fantastic beasts, magic, extraterrestrials, evolution, and creation. Science & Education 20/5: 473-489.
Lundstrôm, Mats y Anders Jakobsson. 2009. Students’ Ideas Regarding Science and Pseudo-science in Relation to the Human Body and Health. Nordina 5/1: 3-17.
Majima, Yoshimasa. 2015. Belief in Pseudoscience, Cognitive Style and Science Literacy. Applied Cognitive Psychology 29: 552-559.
Mann, Heather et al. 2016. Cut from the Same Cloth. Similarly Dishonest Individuals Across Countries.
Journal of Cross-Cultural Psychology 47/6: 858-874.
Mascaro, Olivier y Dan Sperber. 2009. The Moral, Epistemic, and Mindreading Components of Children’s Vigilance towards Deception. Cognition 112/3: 367-380.
Mazar, Nina, On Amir, y Dan Ariely. 2008. The Dishonesty of Honest People: A Theory of Self-Concept Maintenance. Journal of Marketing Research 45/6: 633-644.
McCabe, David y Allan Castel. 2008. Seeing is believing: The effect of brain images on judgments of scientific reasoning. Cognition 107/1: 343-352.
McNally, Richard. 2005. Debunking Myths about Trauma and Memory. The Canadian Journal of Psychiatry 50/13: 817-822.
Metzger, Miriam y Andrew Flanagin. 2013. Credibility and trust of information in online environments: The use of cognitive heuristics. Journal of Pragmatics 59: 210-220.
Michener, Andrew y Martha Burt, 1975. Components of «authority» as determinants of compliance. J Pers Soc Psychol. 31/4:606-614.364 Angelo Fasce
Theoria 32/3 (2017): 345-365
Milgram, Stanley. 1963. Behavioral study of obedience. J Abnorm Soc Psychol 67: 371-378.
MSPSI. 2011. Análisis de situación de las terapias naturales. http://www.mspsi.gob.es/novedades/docs/analisisSituacionTNatu.pdf. Consultado el 18/04/2017.
Murphy, Sean et al. 2015. The Role of Overconfidence in Romantic Desirability and Competition. Pers Soc Psychol Bull. 41/8: 1036-1052.
Nyhan, Brendan y Jason Reifler. 2015. Does correcting myths about the flu vaccine work? An experimental evaluation of the effects of corrective information. Vaccine 3/3: 459-464.
Park, Hee Sun et al. 2010. How people really detect lies. Communication Monographs 69/2: 144-157.
Pennycock, Gordon et al. 2015. On the reception and detection of pseudo-profound bullshit. Judgment and Decision Making 10/6: 549-563.
Pigliucci, Massimo. 2007. The evolution-creation wars: why teaching more science just is not enough. McGill Journal of Education 42/2: 285-306.
—. 2012. The Demarcation Problem. A (Belated) Response to Laudan. In Massimo Pigliucci and Maarten
Boudry eds., Philosophy of Pseudoscience: Reconsidering the Demarcation Problem, 9-28. Chicago: University of Chicago Press.
Praxmarer, Sandra. 2011. How a presenter perceived attractiveness affects persuasion for attractiveness-unrelated products. International Journal of Advertising 30/5: 839-865.
Quandt, Sara et al. 2009. Development of an International Questionnaire to Measure Use of Complementary and Alternative Medicine (I-CAM-Q). The Journal of Alternative and Complementary Medicine 15/4: 331-339.
Roediger, Henry y Kathleen McDermott. 1995. Creating False Memories: Remembering Words Not Presented in Lists. Journal of Experimental Psychology: Learning, Memory, and Cognition 4/21: 803-814.
Ronay, Richard et al. 2016. Embodied power, testosterone, and overconfidence as a causal pathway to risktaking. Comprehensive Results in Social Psychology 1-16.
Rosen, Richard. 1977. Psychobabble: Fast Talk and Quick Cure in the Era of Feeling. New York: Atheneum.
Rozenblit, Leonid y Frank Keil. 2002. The misunderstood limits of folk science: an illusion of explanatory depth. Cognitive Science 26/5: 521-562.
Schmidt K., R. Levenstein y Z. Ambadar. 2012. Intensity of smiling and attractiveness as facial signals of trustworthiness in women. Percept Mot Skills. 114/3: 964-78.
Serota, Kim y Timothy Levine. 2014. A Few Prolific Liars. Variations in the Prevalence of Lying. Journal of Language and Social Psychology 34/2: 138-157.
Serota, Kim, Timothy Levine, y Franklin Boster. 2010. The Prevalence of Lying in America: Three Studies of Self-Reported Lies. Human Communication Research 36/1: 2-25.
Smith, Susan. 1993. Body Memories: And Other Pseudo-Scientific Notions of «Survivor Psychology». Issues in Child Abuse Accusations 5/4: 220-234.
Smith, Megan, Robert Trivers, y William von Hippel. 2017. Self-deception facilitates interpersonal persuasion. Journal of Economic Psychology (In press).
Sokal, Alan. 2006. Pseudoscience and Postmodernism: Antoginists or fellow-travellers? In Garrett Fagan ed., Archaeological Fantasies: How Pseudoarchaeology Misrepresents the Past and Misleads the Public, 286-361. New York: Routledge.
Sokal, Alan y Jean Bricmont. 1999. Imposturas Intelectuales. Barcelona: Paidós.
Sperber Dan et al. 2010. Epistemic Vigilance. Mind & Language 25/4: 359-393.
Sumranwanich, Wimol y Chokchai Yuenyong. 2014. Graduate Students’ Concepts of Nature of Science (NOS) and Attitudes toward Teaching NOS. Procedia - Social and Behavioral Sciences 116: 2443-2452.
Steele, Claude. 1988. The psychology of self-affirmation: Sustaining the integrity of the self. Advances in experimental social psychology 21: 261-302.
Schwartz, Janet, Mary Luce, y Dan Ariely. 2011. Are Consumers Too Trusting? The Effects of Relationships
with Expert Advisers. Journal of Marketing Research 48: 163-174.
Tal, Aner y Brian Wansink. 2016. Blinded with science: Trivial graphs and formulas increase ad persuasiveness and belief in product efficacy. Public Understanding of Science 25/1: 117-125.Theoria 32/3 (2017): 345-365
Los parásitos de la ciencia. Una caracterización psicocognitiva del engaño pseudocientífico 365
Tavris, Carol. 2003. Foreword. In Scott Lilienfeld, Steven Lynn and Jeffrey Lohr eds., Science and pseudoscience in clinical psychology, IX-XVIII. New York: The Guilford Press.
The Editors Of The Lancet. 2010. Retraction – Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children. The Lancet 375/9713: 445.
The Global Deception Research Team. 2006. A World of Lies. Journal of Cross-Cultural Psychology 37/1: 60-74.
Tobacyk, Jerome. 2004. A Revised Paranormal Belief Scale. International Journal of Transpersonal Studies 23/1: 94-98.
Trovon de Carvalho, Alexandre Luis y Waldyr Rodrigues. (2001). The Non Sequitur Mathematics and Physics of the «New Electrodynamics» Proposed by the AIAS Group. Random Operators and Stochastic Equations 9/2: 161-206.
Tsang, Jo-Ann. 2002. Moral rationalization and the integration of situational factors and psychological processes in immoral behavior. Review of General Psychology 6/1: 25-50.
Tseng, Yuan-Chueh et al. 2014 The Relationship Between Exposure to Pseudoscientific Television Programmes and Pseudoscientific Beliefs among Taiwanese University Students. International Journal of Science Education B/4: 107-122.
Tsujii, Takeo y Shigeru Watanabe. 2009. Neural correlates of dual-task effect on belief-bias syllogistic reasoning: a near-infrared spectroscopy study. Brain Research 1287: 118-125.
Tyler, Tom. 2006. Psychological Perspectives on Legitimacy and Legitimation. Annu. Rev. Psychol. 57: 375-400.
Tyler, Tom y Allan Lind. 1992. A Relational Model of Authority in Groups. Advances in Experimental Social Psychology 25: 115-191.
van der Toorn, Jojanneke et al. 2015. A Sense of Powerlessness Fosters System Justification: Implications for the Legitimation of Authority, Hierarchy, and Government. Political Psychology 36/1: 93-110.
van der Toorn, Jojanneke, Tom Tyler, y John Jost. 2011. More than fair: Outcome dependence, system justification, and the perceived legitimacy of authority figures. Journal of Experimental Social Psychology 47/1: 127-138.
von Hippel, William y Robert Trivers. 2011. The evolution and psychology of self-deception. Behavioral and Brain Sciences 34: 1-56.
Wakefield, Andrew et al. 1998. Ileal-lymphoid-nodular hyperplasia, non-specific colitis, and pervasive developmental disorder in children. The Lancet 351/9103: 637-41.
Walker, Richard et al. 2002. Science Education Is No Guarantee of Skepticism. Skeptic 9/3: 24-27.
Walton, Douglas. 2002. Fallacies Arising from Ambiguity. Dordrecht: Kluwer Academic Publishers.

Basado en el texto "Los parásitos de la ciencia. Una caracterización psicocognitiva del engaño pseudocientífico" de ANGELO FASCE, doctorando en Lógica y Filosofía de la Ciencia en la Universitat de València. Su campo de investigación es el criterio de demarcación y la pseudociencia como fenómeno psicológico. Es, además, un activo divulgador de la ciencia y de su filosofía.

jueves, 28 de noviembre de 2019

Psychoanalysis of society: Five reasons why they control us so easily



Nota1: Traducción al castellano a pie del ensayo.
Nota2: El presente es un ensayo de Vykthor para el departamento de psicología de la universidad de Toronto.

I will try to expose the five great reasons of a psychological nature for which the human being is so easily manipulated: think about how politicians, commercials, journalists, bank directors, healers, seers, techno-charlatans, etc. manipulate us. Logically introduced critical thinking in schools would be helpful to reduce the negative impact of these factors, but it seems that the interests of the church and megacorporations are more important than raising awareness to save the planet and end violence. Here I expose the five great reasons why they always deceive us:

- We love to be flattered: A common denominator of electoral and commercial campaigns is flattery. We need to believe that we really care about the politician on duty; We need to think that we liked the well-dressed bank manager who was trying to sell us all these toxic products. In short; We need to hear that we are the most beautiful and great in the world, and that they care about us.

- Greed: What to say about human greed, the danger "is never enough" that has ruined so many savers and investors. A clear and close example will be needed in all the people who have speculated on the brick and have completely caught the real estate crack. But also those who must have ever the latest technology and have the best cars, even having the best partner and the best house, possession as a way of life.

- The need to believe in magic recipes: Any trickster who offers magical and quick solutions to our problems will have many possibilities to give it to us with cheese. There are many examples:
* Miraculous hair growths, amazing anti-cellulite creams, slimming pills, etc.
* Self-help manuals to make you an effortless millionaire, financial investments that promise brutal revaluations in the very short term ...
* Politicians who in exchange for our vote promise less taxes, more employment, less crime, cheap housing, etc. Incredible that at this point we continue to itch.
* Charlatans that will cure us of all our ailments with nonsense various stories such as quantum healing, magnetotherapy, positive thinking, etc.

- Fear: Inherent to man, is one of the main foundations of religion. Bertrand Russell said: "If we were not afraid of death, I do not think the idea of ​​immortality was born." Another example of what we have in the capitalization of the fear of immigrants by Fascism and Nazism, very present thanks to the oligarchic exploitative economic support of the capitalist system.

- Limited concentration capacity: Human attention can only be concentrated on a few elements at a time, hence it is easy for someone to distract our attention in order to separate it from what you want to hide. Already the linguist and philosopher Noam Chomsky drew up the list of "10 Manipulation Strategies" through the media:
  1. The strategy of distraction through insignificant information and misinformation, the post-truths.
  2. Create problems and then offer solutions.
  3. The strategy of gradualness, precariousness, privatization, we lose rights without knowing.
  4. The strategy of deferring, the public always has the tendency to naively hope that "everything will improve tomorrow".
  5. Address the public as children, without argument, appealing to the flags.
  6. Use the emotional aspect much more than reflection to cause a short circuit in rational analysis, and finally the critical sense of individuals.
  7. Keep the public in ignorance and nihilism. Make the public unable to understand the technologies and methods used for their control and slavery.
  8. Encourage the public to be complacent with mediocrity, being uneducated and vulgar is fashionable.
  9. Strengthen self-culpability because of insufficient intelligence, instead of rebelling against the economic system; Without action, there is no revolution.
  10. Know the individuals better than they do themselves, use neurobiology and applied psychology, use our Big Data to induce consumption and tell us what to think.
Note: this is a Vykthor´s essay for the psychology department of the university of toronto.



Análisis de la sociedad: Cinco razones por las que somos tan fácilmente manipulables

Voy a intentar exponer las cinco grandes razones de tipo psicológico por las que el ser humano es tan fácilmente manipulable: pensad en cómo nos manipulan políticos, comerciales, periodistas, directores de banco, curanderos, videntes, tecno-charlatanes, etc. Lógicamente  introducir el pensamiento crítico en las escuelas sería de gran ayuda para minimizar el impacto negativo de estos factores, pero parece ser que los intereses de la iglesia y las megacorporaciones son mas importante que crear conciencia para salvar el planeta y acabar con la violencia.  Aquí expongo  las cinco grandes razones por las que siempre nos engañan:

– Nos encanta que nos adulen: Un denominador común de las campañas electorales y comerciales es la adulación. Necesitamos creer que realmente le importamos al político de turno; necesitamos pensar que le caemos bien al trajeado director de banco que intentaba vendernos, en síntesis; necesitamos oír que somos los más guapos y geniales del mundo y que se preocupan de nosotros.

– Codicia: Qué decir de la codicia humana, el peligrosísimo “nunca es suficiente” que ha arruinado a tantos  ahorradores e inversores.  Un ejemplo claro y próximo lo tendríamos en todas aquellas personas que han especulado con el ladrillo y les ha pillado de lleno el crack inmobiliario. Pero también aquellos que necesitan poseer la última tecnología y tener los mejores automóviles, incluso poseer la mejor pareja y la mejor casa, la posesión como forma de vida.

– La necesidad de creer en recetas mágicas: Cualquier embaucador que nos ofrezca soluciones mágicas y rápidas a nuestros problemas tendrá muchas posibilidades de dárnosla con queso.  Hay muchos ejemplos:

* Crecepelos milagrosos, increíbles cremas anticelulíticas, pastillas adelgazantes, etc.
* Manuales de autoayuda para hacerte millonario sin esfuerzo, inversiones financieras que prometen revalorizaciones brutales a muy corto plazo…
* Políticos que a cambio de nuestro voto prometen menos impuestos, más empleo, menos delincuencia, vivienda barata, etc. Increíble que a estas alturas sigamos picando.
* Charlatanes que nos curarán de todas nuestras dolencias con tonterías varias tales como la curación cuántica, magnetoterapia, pensamiento positivo, etc.

– Miedo: El miedo, consustancial al hombre, es uno de los fundamentos principales de la religión. Decía Bertrand Russell: “si no tuviéramos miedo a la muerte, no creo que hubiera nacido la idea de la inmortalidad”. Otro ejemplo lo tendríamos en la capitalización del miedo al inmigrante por parte del fascismo y del nazismo, muy presente gracias al apoyo económico explotador oligárquico el sistema capitalista.

– Capacidad de concentración limitada: La atención humana sólo puede concentrarse en pocos elementos a la vez, de ahí que sea fácil que alguien distraiga nuestra atención con el fin de apartarla de lo que se quiere ocultar. Ya el lingüista y filosofo Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios:

1. La estrategia de la distracción mediante informaciones insignificantes y desinformaciones, las posverdades.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones.
3. La estrategia de la gradualidad, la precariedad, privatizaciones, perdemos los derechos sin enterarnos.
4. La estrategia de diferir, el público tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana”.
5. Dirigirse al público como niños, sin argumentación, apelando a las banderas.
6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos.
7. Mantener al público en la ignorancia y el nihilismo. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.
8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad, ser inculto y vulgar está de moda.
9. Reforzar la autoculpabilidad por causa de la insuficiencia de su inteligencia, en lugar de rebelarse contra el sistema económico; sin acción, no hay revolución.
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen, utilizar la neurobiología y la psicología aplicada, usar nuestros datos para inducirnos al consumo y decirnos que pensar.

jueves, 31 de octubre de 2019

Ser el país más inteligente del mundo no es apto para todos, pero Singapur quiere conseguirlo




Hacer de Singapur el país más inteligente del planeta, el más conectado a las nuevas tecnologías y el motor de los avances tecnológicos en materias como sanidad o transporte eficiente. Éste es el reto del país del sudeste asiático.

Ellos mismos se han proclamado como la primera nación inteligente. Un ambicioso proyecto detrás del cual hay innovación, años de mejoras y alguna que otra sombra aún por resolver.



Una innovación de 16.100 millones de dólares

Parte del éxito de Singapur se debe a que aparece en los lugares más altos de las clasificaciones económicas más variopintas. Por ejemplo, es el sexto país más innovador según el informe Global Innovation Index 2016, clasificación de la que no ha descendido del top 10 en los últimos años.

Buena parte de este logro de Singapur lo podemos achacar a que, entre otras cosas, solo en 2010 el gobierno anunció la inversión de 16.100 millones de dólares de Singapur (casi 13.000 millones de dólares estadounidenses) para impulsar la investigación, la innovación y el desarrollo empresarial entre 2011 y 2015, lo que suponía un aumento del 20% en relación con el anterior lustro.


El país del mundo donde más fácil es hacer negocios

Singapur es uno de los lugares del mundo donde es más fácil hacer negocios, dado que es donde más fácilmente se puede cerrar una empresa si fracasa. Algo que le ha llevado a ser considerado por el Banco Mundial como el país más fácil del mundo para hacer negocios. Una consideración que, por cierto, se repite año tras año.

Un enclave asiático casi perfecto

La situación geográfica y el tamaño es privilegiada. Singapur es, al mismo tiempo, ciudad y país, lo que le permite ganar en agilidad y tiempos de ejecución de los planes estratégicos. Y el país ha sabido explotar todo este potencial. No en vano, cada vez más empresas deciden establecer ahí sus cuarteles generales para Asia, ya que Singapur también está muy próximo a algunos de los mercados de crecimiento clave en el continente.

Tecnologia MedioAmbiente-Sostenibilidad-torre robison

Atrayendo la inversión internacional

El gobierno del país aprovecha la situación geográfica para situar a Singapur como el hogar de los negocios, la innovación y el talento. Esta estrategia de "Home for" no se centra únicamente en las tecnológicas, sino que es para todas las industrias: bienes de consumo, fabricación, productos químicos, energía, TI, medios digitales o electrónicos...

Asimismo, y con el fin de facilitar que las multinacionales pudieran trasladar sus operaciones a Singapur, el país ha creado una especie de "ventanilla única" para crear las condiciones adecuadas para atraer talento e inversión.


El talento se educa

Además del compromiso con la ciencia, la educación juega un papel fundamental en Singapur. Una generación de profesionales que muchas veces buscan las multinacionales que quieren expandirse a China.

Incluso algunas de las mejores universidades —incluyendo la Universidad de Yale— están desarrollando ahora campus separados en el extranjero en Singapur, de la misma manera que la escuela de negocios francesa INSEAD estableció un campus de Singapur en 2000.



Ya en 2015 fue declarado por la OCDE como el país con el mejor sistema educativo del mundo. El director de educación de este organismo, Andreas Schleicher, asegura que los estudiantes de este país tienen una buena base en matemáticas y ciencias, lo que ha contribuido al éxito de Singapur.

La enseñanza en Singapur se centra principalmente en que el profesor transmita los conocimientos y procedimientos, preparando a los estudiantes para los exámenes. Para ello, se trabaja con libros de texto, hojas de trabajo, ejemplos trabajados y un montón de ejercicios y prácticas. También enfatizan fuertemente el dominio de procedimientos específicos y la capacidad de representar problemas claramente, especialmente en matemáticas.


El paraíso de los coches autónomos

Uno de los ejemplos más latentes de la innovación que se respira por las calles de Singapur lo tenemos en sus carreteras. De hecho, el país está poniendo las bases para llegar a ser la primera nación en dar el visto bueno a los vehículos sin conductor.

Singapur: universitarios 'imprimieron' un auto eléctrico


Incluso cuenta con la promoción de NuTonomy, una empresa de vehículos sin conductor que ya ha pasado sus primeras pruebas de obstáculos con éxito. El objetivo es que haya un primer proyecto piloto con vehículos taxistas sin conductor. Si sale todo según lo previsto, en apenas unos años habrá miles de taxis sin conductor en todo Singapur. Los taxis se pueden pedir mediante una aplicación de smartphone.

Está considerado como uno de los países con mejor sistema educativo, destacando en ciencias y matemáticas


Cabe recordar que NuTonomy nació hace unos tres años en el Massachusetts Institute of Technology (MIT), y recaudó varios millones de dólares en financiación.

El apoyo a los coches autónomos tiene como fin la reducción del CO2, con lo cual el país busca cumplir con los acuerdos firmados para reducir este tipo de emisiones. A esta medida se suma el deseo de aumentar la flota de vehículos eléctricos.

Según el plan ideado por el país, el 50 por ciento de los vehículos de Singapur deberán ser eléctricos para 2050, lo que le permitiría, según el estudio llevado a cabo por el Instituto de Investigación de Energía en la Universidad Tecnológica de Nanyang, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en un 20 a 30 por ciento.


Lo primero, la salud

Tener coches menos contaminantes tiene, entre otros beneficios, una mejor salud. Y precisamente la salud es otra de las áreas de interés del gobierno de Singapur, apoyando para ello la innovación en este terreno.

Así, el Centro Nacional de Innovación en Salud proporciona al sector de la investigación clínica financiación con fondos públicos. Una ayuda que, según sus responsables, siempre tiene el objetivo de acelerar el que esta innovación acabe convirtiéndose en un producto listo para ser comercializado en el mercado.



Además, también ofrece una orientación estratégica para acelerar la innovación de la atención sanitaria. Establecido en 2014, su objetivo es apoyar el desarrollo de tecnologías y servicios innovadores para mejorar la prestación de asistencia sanitaria y el cuidado de los pacientes.


Hay varias agencias gubernamentales que fomentan una innovación sanitaria que acabe convirtiéndose en producto comercial



Quizá una de las razones de este empeño en la innovación sanitaria se debe a que el envejecimiento de la población es uno de los principales problemas a los que tiene que hacer frente el país. Algo que deriva en que aumenta la demanda de servicios de salud en un momento en el que cada vez hay menos profesionales por el tamaño y edad de la población. El remedio que se está buscando es la creación y desarrollo de soluciones innovadoras, como la asistencia en el hogar.

En este camino, las agencias gubernamentales trabajan en estrecha colaboración con el sector privado. El país cuenta para ello con varias agencias, como el mencionado Centro Nacional de Innovación en Salud. Todas estas agencias estatales buscan mejorar la prestación de atención médica y la atención al paciente, acelerando el desarrollo de tecnologías y servicios innovadores.

Algunos de estos esfuerzos innovadores sí han logrado materializarse en productos. Por ejemplo, existe un auricular de videojuegos para ayudar a los niños que tienen trastorno de hiperactividad. La empresa, llamada Atentiv, mide la actividad cerebral a través de una diadema y envía esa información a un ordenador a través de Bluetooth.

Otro ejemplo de start-up de Singapur es Healint, que ha creado una plataforma y una aplicación llamada Migraine Buddy con la que ofrece a los pacientes una interfaz fácil de usar para controlar todos los síntomas y la información relacionada con las migrañas, como la intensidad, desencadenantes, medicamentos y otros factores de estilo de vida.

Un lugar que no puede llamarse paraíso

Sin embargo, no todo es perfecto en este enclave. Evidentemente, Singapur es la ciudad más segura de Asia, según un informe, que también destaca que tiene la mayor calidad de vida para vivir de todo el continente. Es moderna, limpia, respetuosa con el medio ambiente, extremadamente eficiente y sus gentes son amables y trabajadoras. Sin embargo, hay ciertos aspectos del país que siguen siendo impopulares y que, comparados con otros países muy desarrollados, están aún por mejorar.

Una de las primeras crítica es el hecho de que es una cultura excesivamente regida por reglas y que, en muchas ocasiones, conllevan multas por delitos que se consideran inofensivos en la mayoría de los países, como masticar chicle.

Singapur sigue aplicando la pena de muerte y la homosexualidad está prohibida


Pero, más allá de estas cuestiones más o menos culturales, hay asuntos más serios que pesan en el balance final. Por ejemplo, Singapur sigue teniendo la pena capital y de muerte. En 2016 ha habido, al menos, tres sentencias de muerte ejecutadas. De hecho, y aunque todo el mundo alaba la educación del país, cabe señalar que tiene uno de los códigos penales más severos y que se aplica más estrictamente. Tanto que se ejecutan con frecuencia las pena máximas, incluso para crímenes no tan graves.

Una de las formas habituales de pena es el castigo corporal, denominado caning, reservada para los delincuentes masculinos menores de 50 años. Para ello se emplea una caña flexible de 1,2 metros de longitud y 1,2 cm de diámetro para administrar un máximo de 24 golpes en las nalgas desnudas del infractor. Hay más de 30 diferentes formas de delincuencia en Singapur que pueden incurrir en caning, incluyendo el abuso de drogas, posesión de armas, secuestro, robo, abuso sexual, disturbios, exceso de visa de más de 90 días y el vandalismo antes mencionado.

Singapur es reconocido también por su falta de respeto a libertades y derechos individuales y colectivos. Por ejemplo, la homosexualidad está penada en este rico país del suedeste asiático. Según denuncia Amnistía Internacional, el gobierno no deja que los críticos puedan ejercer su derecho a la libertad de expresión. Los medios de comunicación y los defensores de los derechos humanos están estrechamente controlados y se enfrentan a la revocación de licencias y cargos penales.

Además, y pese a este atractivo para muchas empresas, Singapur está considerado como un paraíso fiscal y se considera que puede incrementar su atractivo ante la caída de los bancos suizos como refugio para estos capitales.

domingo, 29 de septiembre de 2019

La impresión 3D en arquitectura y el Ytong, la alternativa sencilla y eficiente


La arquitectura y la tecnología están fuertemente vinculadas, siendo esta relación totalmente evidente en los edificios y construcciones de la revolución industrial. La famosa frase “La forma sigue a la función”,  acuñada por la alemana Bauhaus (originalmente, la Staatliche Bauhaus, Casa de la Construcción Estatal) desde sus comienzos se refleja en el edificio diseñado por Walter Gropius, que fue su sede en Dessau, Alemania, entre 1925 y 1926. Sus volúmenes son independientes entre sí, y cada uno fue diseñado para la función para la que fue concebido. Además de esta relación entre la forma y la función, el manifiesto de la Bauhaus reivindicaba la unidad de los artistas, incluyendo entre estos a los arquitectos, y la vuelta al trabajo artesanal, “(…) construir un nuevo gremio de artesanos sin las barreras de clase que pretenden crear un muro entre los artesanos y los artistas (…)” e incorporar los productos diseñados a la producción industrial, convirtiéndolos en asequibles para el gran público.

Aunque ya han pasado 80 años desde que la Bauhaus cerró sus puertas, estos principios pueden recuperarse en el siglo XIX gracias a la impresión 3D, una nueva tecnología que, entre sus muchas aplicaciones, puede llegar a revolucionar la arquitectura de distintas formas, desde los diseños a los materiales usados, pasando obviamente por el proceso de fabricación.


El primer ejemplo del que tuvimos noticia en enero de 2013 fue la Landscape House, un edificio con forma de cinta de Möbius, ideado por Universal Universal Architecture en Amsterdam, diseñado por el arquitecto Janjaap Ruijssenaars, y que será impreso de una sola vez con una enorme impresora en 3D creada por el robotista italiano Enrico Dini. La estructura impresa en 3D consiste en una sola pieza, con acero y cristal en los lados. Según el diseñador, la casa está llamada a “celebrar el paisaje”, integrándose en el mismo, pero también se considera un experimento para comprobar la eficiencia de esta tecnología en la construcción de edificios.

La impresora (llamada D-Shape) crea una sustancia similar a la arenisca mezclando arena, u otros materiales similares, con un agente aglomerante, formando así capas cuyo espesor puede ser tan pequeño como 5 mm; la tremenda estructura de esta impresora permite manejar objetos de 6 metros en cada dimensión. Cada impresora puede manipular 2500 m2 de material al año, que equivaldría a 12 casas pequeñas, y puede trabajar en caso de necesidad en tándem con otras impresoras. Otros aspectos relacionados con la eficiencia es la velocidad, pues se supone que esta impresora construirá casas 4 veces más rápido que los métodos de construcción normales. En cuanto al precio, el pabellón construido por Dini en Pontedera, una instalación que parece más bien una escultura, no ha costado más que 200 euros. Y finalmente, claro, hay que tener en cuenta el ahorro de personal, ya que la construcción será completamente automática. El proyecto vio la luz en 2014.
Por otro lado, un proyecto holandés pretende construir una de las tradicionales casas que pueden verse junto los canales de Amsterdam. Este proyecto es de la firma  DUS Architects,  y consiste en un pabellón que a su vez imprime otros pabellones. Esencialmente, es una versión gigante de la impresora de escritorio Ultimaker, a la que han llamado Kamermaker, que han rodeado de un contenedor plateado de 3.5 m de altura. En este caso, el material en que se construya la casa será un entramado de componentes de polipropileno unidos entre sí por un cable de acero, en el caso de la fachada.


Para las habitaciones, tal como deciamos al comienzo, se han basado en la premisa de la Bauhaus, ya que cada una será una oportunidad de explorar nuevos métodos de imprimir, usando un nuevo material y dando la oportunidad de estudiar cada ángulo, en función del papel de cada compartimento. De este modo, la habitación destinada al almacenaje ha sido pensada como habitación de reciclaje trabajando en conjunto con una empresa de desechos, mientras que para la cocina se han planteado usar como material el almidón de patata.
Para los arquitectos, la importancia del proyecto no está en las cuestiones meramente técnicas, sino como ellos mismos afirman, “por la idea democrática del código abierto de estas máquinas. Democratizan la arquitectura.”  De momento, y mientras prueban, afinan y vuelven a probar cada nuevo desarrollo, invitan al público a acceder y mirar su creación, situada junto uno de los canales, bloguean todo el proceso, y han subido las piezas a Thingiverse para que cualquiera pueda descargarlas, modificarlas y tratar de imprimirlas en su propia máquina. Como factores adversos, cuentan sobre todo los climáticos, ya que el viento, la lluvia y la humedad pueden afectar la calidad de la impresión. Los arquitectos, sin embargo, reinciden en que, aunque la casa no pudiera finalmente ser construida, el principal beneficio del proyecto es el aprendizaje.


Entrando en un concepto más radical, está el proyecto de Softkill Design, que realmente sería imposible de construir con mortero y ladrillos. Aunque el aspecto es más similar a un escenario, o incluso procedente una película de terror que a una casa, el objetivo del proyecto es centrarse en la optimización estructural, en construir solo lo necesario para funcionar; esta optimización hace que la estructura sea más fibrosa y la impresión 3D el método perfecto para construirla. La Protohouse 1.0 vio la luz tras año y medio de trabajo, y es un modelo de casa modelado e impreso a escala a partir de 30 piezas interconectadas. El algoritmo usado por Softkill imita la estructura del hueso, en búsqueda del balance óptimo entre la forma y la fortaleza estructural, usando la técnica de Sinterización por Laser Selectiva (SLS). A pesar de su apariencia, la Protohouse 1.0 es muy útil para ilustrar los problemas a los que se enfrentarán los arquitectos cuando impriman casas. Toda ella está impresa de una vez, interior, exterior, huecos para fontanería y cableado eléctrico, alfombras, sillas, incluso las bisagras y los pestillos de ventanas y puertas, usando un tipo de resina plástica que debe realizar multitud de funciones. Encontrar el material adecuado para cubrir todas estas necesidades es un reto en sí.


Siguiendo el ejemplo de la “democratización” del que hablaban DUS Architects, el proyecto actual es la Protohouse 2.0, la casa que quieren que la gente descargue e imprima por sí misma. No será muy grande (4 m x 8 m y casi 3 metros de altura) pero estará más cerca de ser una casa terminada de lo que podríamos reconocer. Incluso si alguien no quiere la casa completa, puede (como en el caso de la casa del canal) descargar objetos individuales y usarlos para mejorar su propia vivienda.

La repercusión ambiental

Partiendo de los ejemplos anteriores, y centrándonos en el aspecto ambiental del uso de la impresión 3D en la arquitectura, podemos citar dos aspectos principales.
En primer lugar, la cuestión de las escalas. A este respecto, incluso la prestigiosa revista The Economist afirmaba que el principal avance de esta tecnología consistía en el abaratamiento de los costes de producción (para lo cual antes se consideraba que era necesaria la producción en masa), y también una reducción de gran parte de los residuos generados. Un solo artículo podría crearse por el mismo coste unitario de crear miles de ellos.

El problema de las escalas está ligado también a la centralización de la manufactura: actualmente, el proceso de fabricación se localiza en los polígonos industriales de los medios urbanos, y de allí los productos se llevan a todos los rincones del planeta (lo que conlleva unos gastos de transporte, así como la contaminación derivada del mismo). La descentralización de la manufactura, ligada a la impresión 3D, haría desaparecer a su vez la necesidad de concentrar estos empleos en zonas industriales, los gastos de transporte, e incluso  la necesidad de deslocalizar estas mismas fábricas en países donde los costes de producción son menores.  A esta conclusión llegó también Joshua Pearce, un profesor asociado de ciencia de los materiales e ingeniería electrónica e informática de la Michigan Technological University tras llevar a cabo un análisis económico de ciclo de vida de la impresión 3D en una economía americana media. Su estudio demostró que fabricando material en una impresora 3D produce un menor gasto energético (y por tanto libera menor cantidad de CO2) que produciendo esa misma pieza en una fábrica y transportándola al centro comercial. El análisis fue llevado a cabo con distintos productos y el resultado al que llegaron fue que los artículos impresos en la máquina doméstica precisaron del 41 al 64 % menos de energía que fabricándolos en algún país de Asia, y transportándolos a los USA (y aún más si se utilizan impresoras 3D solares). Por otro lado, la impresora doméstica también permite el ahorro de materia prima, al permitir la creación de productos huecos manteniendo la estabilidad de la estructura. El estudio completo puede leerse en el artículo Environmental Life Cycle Analysis of Distributed 3D Printing and Conventional Manufacturing of Polymer Products publicado por la revista especializada  ACS Sustainable Chemistry and Engineering.




Otro aspecto que incide en la escala de la construcción, es el uso de impresoras de gran tamaño con estructuras similares a las grúas de caballete. Un profesor de la Universidad del Sur de California, Behrokh Khoshnevis, creó para ello un nuevo mecanismo de extrusión que permite extruir cemento húmedo, combinado con una paleta y un endurecedor especial, dando la forma según se imprimen las distintas capas, manteniendo una determinada viscosidad del cemento. A esta técnica se la denomina construcción en contornos. Con este método, el profesor ha construido muros de 6 pies (dos metros) de alto, con capas de 6 pulgadas (15 cm) de altura y 4 pulgadas (10 cm) de espesor, y cree firmemente que pueda ser aplicado a edificios completos, afirmando que con esta construcción de contornos es posible fabricar la estructura completa de una casa de 185 m2 en menos de 20 horas. La impresora 3D, montada sobre una grúa de puente, y con un peso de aproximadamente 500 libras (226 kg), podría ser llevada a donde se realizara la construcción, donde fabricaría los contornos como lo haría una RepRap gigante, usando el suelo como plataforma o, posiblemente con una impresora usando como base la propia casa (a este respecto, hay que decir que Nicholas Seward, inventor de la RepRap Simpson, ya ha creado una impresora 3D montada sobre un muro, llamada Wally), capa tras capa y volviendo al suelo tras completar el trabajo. También sugirió colocar los brazos de la impresora en raíles, de forma que pudieran imprimir una casa y deslizarse para construir otra, haciendo posible imprimir barrios enteros rápidamente.


Esta posibilidad de construir edificios eficientes y baratos, frente las técnicas actuales, que según el profesor Khoshnevis son “derrochadoras y emisoras de gran cantidad de emisiones, además de promover la corrupción, con costes siempre por encima del presupuesto”; además de reducir los accidentes de construcción, que provocan sólo en EEUU 400,000 personas heridas, y de 6,000 a 10,000 personas muertas cada año.

Este abaratamiento de la manufactura, llevaría a su vez a que cualquier aldea rural con escasos recursos, que tradicionalmente son excluidas de las nuevas tecnologías y materiales de construcción, podría disponer de una de estas impresoras. En este punto, se va haciendo conocido el proyecto de OpenSourceEcology, una plataforma opensource (de código libre), que incluye entre sus proyectos el GVCS (Global Village Construction Set), una colección de 50 máquinas de código abierto, fácilmente realizables con materiales baratos, y que incluye, entre tractores, placas solares, molinos eólicos y otros artilugios, una impresora 3D. Y según narra recientemente su blog, una casa, que han llamado Microhouse, y cuyo desarrollo podéis ver en el Log de Chris Reinhardt. Aunque no han utilizado la impresión 3D en su fabricación, utilizán una máquina de extrusión para realizar ladrillos de adobe in situ, con los que se construye la casa.

Materiales

Otra cuestión con implicaciones ambientales sería la referente a los materiales usados en la impresión 3D. Los más utilizados en las impresoras domésticas son plásticos de distintos tipos, siendo de los más utilizados y más populares en la industria el plástico ABS (Acrilonitrilo Butadieno Estireno), debido a su gran dureza y su rápido enfriamiento, ya que se usa para fabricar parachoques para coches, o los famosos juguetes LEGO. Su desventaja, sin embargo, radica en su procedencia, el petróleo, y en que es un material no biodegradable.
Algunas alternativas en cuanto a materiales plásticos, junto con el reciclaje del propio ABS, es el PLA (Ácido Poliláctico) un bioplástico procedente del maíz que, además, es biodegradable, y que ha sido utilizado por la firma de arquitectos Smith y Allen para crear un recinto en un bosque californiano, llamado Echoviren y cuya “sostenibilidad” se basa en su capacidad de descomponerse de forma natural en un plazo de 30 a 50 años.  El PLA también se ha utilizado en el proyecto de la casa del canal que se comenta más arriba de este articulo.
Otro ejemplo de material plástico es  el PHB (Polihidroxibutirato), o biopropileno, aunque en el caso Incluso se está experimentando con bacterias capaces de fabricar plásticos, a través del metabolismo de  azúcares. Además de estos materiales plásticos, se está investigando en otros de mayor dureza y durabilidad, como por ejemplo la cerámica o el cemento (como era el caso de la Landscape House). Un estudio de Oackland denominado Emerging Objects, realmente el proyecto de dos arquitectos, Ronald Rael y Virginia San Fratello, ambos profesores en un estudio de 3D en Berkeley, han decidido centrarse en investigar este aspecto de la impresión 3D (y no son los únicos). La novedad de estos arquitectos es que esos materiales que investigan son orgánicos y renovables: sal recogida en la bahía de San Francisco, pulpa de madera, arcilla… Usando una impresora 3D estándar basada en polvo, ellos y sus alumnos inventan cómo imprimir ladrillos, componentes y muebles usando materiales reciclables. La madera impresa es bastante realista, debido al grueso grano que se obtiene en el proceso de manufactura en capas. La sal, por el contrario, parece “leche sólida”, usando las palabras de Rael. Todos estos materiales, al contrario de lo que se podría pensar, son muy fuertes pues se usan técnicas de refuerzo creadas por ellos mismos. Su cemento impreso es también más fuerte que el estándar. Y lo que es más importante, es un 90% más barato que la tecnología de impresión 3D actual.


Esto abre la mente a la posibilidad de conseguir los materiales necesarios a partir de fuentes locales, donde además del ahorro les seduce pensar en las costumbres y usos localesresurgiendo en la arquitectura, o ver ciudades resolviendo problemas de infraestructura usando materiales locales. O incluso la posibilidad de sustituir ladrillos de las paredes usando otros diseñados por uno mismo. Además de estos materiales, en una entrevista realizada al respecto en la página Makezine, Rael hablaba del posible uso del papel reciclado, con el cual han fabricado distintas piezas.
Dentro de la investigación en ciencia de los materiales, si la Protohouse se basaba en el algoritmo que siguen las fibras de hueso usando bioresinas, un equipo del MIT, Mediated Matter, trabaja sobre medios de fabricación inspiradas en la biología que va más lejos aún: usar gusanos de seda como “albañiles”, aprovechando y maximizando la fortaleza estructural y tensional del hilo de seda extendido sobre una estructura previamente creada con un brazo robótico que permite crear formas que no pueden ser conseguidas con la impresión 3D convencional. El Silk Pavilion (Pabellón de Seda) es la construcción más grande construida de este modo. Mediated Matter descubrió que los gusanos emigran de forma natural a las áreas más oscuras, creando paneles más fuertes cuanto más alejados estuvieran del Sol. Los efectos de luz informan sobre las variaciones en la organización (densidad) del material. Los gusanos dejaron un agujero en la estructura, en línea con el sol, que actúa a modo de reloj solar. Al escanear sus movimientos y analizarlos, obtuvieron un algoritmo que les permitirá crear estructuras tan fuertes como las creadas por ellos. No obstante, el Pabellón de seda carece de uso práctico, al ser más un experimento artístico por el momento.


Para terminar con el repaso a los materiales, existe un proyecto que pretende crear cristal usando arena y energía solar, por medio de una impresora 3D, considerado por los expertos como un prometedor primer paso en esta dirección. La máquina fue diseñada por el alemán Markus Kayser y se denomina Solar Sinter, tomando por tanto el nombre de su fuente de energía y de la técnica que utiliza, la sinterización, que convierte una sustancia pulverulenta en un sólido por medio del calor. Kayser desarrolló esta máquina en 2010, durante sus estudios en el Reino Unido. Según él, este proceso podría convertirse en el modo más efectivo (en relación a los costes). La lente cuesta unos 600 dólares, lo cual la hace más barata que la mayor parte de dispositivos parabóliocos usados para capturar luz en el desierto, y el proceso podría llegar a producir gran variedad de artefactos, desde recipientes de cristal, a las superficies de los paneles fotovoltaicos. Por el momento, una compañía de cerámicas se ha interesado en las aplicaciones de la Solar Sinter y patrocinado los últimos viajes de investigación de Kauser al desierto marroquí. En este caso, como en el de Emerging Objects, la idea principal es la producción in situ utilizando los materiales y fuentes de energías disponibles en cada lugar.  Para este efecto, el anteriormente mencionado profesor Koshnevis estuvo también investigando la posibilidad de construir usando material lunar, y en general para el caso de zonas áridas, donde el agua es un recurso limitante como en la luna a la hora de seleccionar los materiales.
Sin embargo, además de los materiales, según afirma el profesor Koshnevis, es importante la selección de nuevas geometrías adaptadas al medio donde se va a construir.  La construcción en contornos que propone puede construir estructuras similares a las fabricadas con adobe, hecho con barro, arcilla y paja, y otros materiales domésticos, en África, Asia y muchas partes de América, que dura miles de años. Pero en realidad, es el uso de geometrías curvas, lo que da como resultado una mayor estabilidad que los cubos tradicionales. Este factor es especialmente importante, en zonas con alto riesgo sísmico.

Otras aplicaciones sostenibles

Finalmente, y en relación a las aplicaciones de la impresión 3D, hay algunas muy interesantes a tener en cuenta. Además de las piezas que imprimimos y diseñamos por primera vez, como los jarrones, ladrillos o bandejas de diversos materiales, se puede alargar la vida útil de los objetos que ya tenemos en casa, de dos distintas maneras.

En primer lugar, cabe la posibilidad de perder una pieza, o que se rompa, siendo imposible, o muy difícil adquirir otra, o incluso que sea sorprendentemente más cara que el aparato en su totalidad. En este ejemplo de Instructables realizado por Ben Chapman, aunque no se trate de arquitectura, se puede ver cómo arreglar una lámpara para la bici, en la cual se había roto la unión con el manillar, fabricando una nueva unión mediante impresión 3D.  Otra forma de alargamiento de la vida útil, es el que se refiere a imprimir objetos que añaden una nueva función y por tanto, alargan la vida útil de otros artículos, como en este proyecto RE de Samuel Bernier, también de Instructables en el que una jarra de cristal, que iba a ser desechada, y cuya fabricación requiere de grandes cantidades de energía, se convierte en un exprimidor de naranja, eliminando también la necesidad de fabricar este último.

Cuando hablamos de edificios, este reciclaje de estructuras antiguas y aprovechamiento de los residuos para crear nuevas, es posible gracias a un robot reciclador de Cemento llamado ERO, una máquina que dispara agua a alta presión sobre el cemento, provocando la ruptura, y recogiéndolo para su reutilización, éste podría ser un buen complemento a las impresoras 3D para uso en construcción.


Ytong, la alternativa sencilla y eficiente

En la actualidad la arquitectura vive un momento de profunda transformación en cuanto a los requisitos de habitabilidad, bienestar interior y eficiencia energética y de todo el proceso constructivo. Entre los muchos sistemas que han ido surgiendo para impulsar estos cambios encontramos los bloques de hormigón celular de Ytong.




Pero no se trata tan solo de unos bloques, Ytong cuenta con toda una serie de elementos y un sistema constructivo propio que nos permitirá construir viviendas de elevada eficiencia energética y un elevado confort interior sin tener que recurrir al gran número de materiales y técnicas diferentes necesarias en una vivienda construida con un sistema más tradicional. Aunque es un producto casi centenario (el hormigón celular Ytong se creó por primera vez en 1924), poco a poco ha ido adquiriendo relevancia en el sector de la construcción. El hormigón celular Ytong se compone de una mezcla de arena, cal, agua y una pequeña cantidad de polvo metálico, curado en autoclave y cortado en bloques de gran precisión.


El sistema se compone principalmente de unos bloques de 62,5 x 25 cm con diferentes espesores que van de 5 a 36,5 cm. El otro componente esencial del sistema es un mortero cola que se aplica en muy pequeñas cantidades y que mantiene unidos los bloques. Por último, dispone de piezas especiales para forjados, cubiertas, dinteles y zunchos. La ventaja es que nos permite construir con muy poca variedad de elementos y materiales, lo que simplifica y agiliza tanto los pedidos como la obra en sí.
El proceso constructivo es relativamente sencillo, de hecho lo podría hacer cualquiera con un poco de maña y con la ayuda de un arquitecto. Los bloques son muy ligeros y fácilmente manejables ya que disponen de asas, van machiembrados para facilitar su colocación y se pueden cortar fácilmente, incluso con una sierra de mano, para ajustarlos a las medidas necesarias. Las irregularidades que puedan ir surgiendo según se van apilando bloques y formando los muros se lijan manualmente. El resultado son unos muros, tabiques y forjados muy lisos en los que solo queda incorporar los acabados.


De hecho, las herramientas necesarias para construir con este sistema se reducen a:
  • Llanas dentadas Ytong.
  • Nivel.
  • Tabla para lijar.
  • Mazo de goma.
  • Serrucho al carbono o sierra eléctrica.
  • Sierra de calar y de ranurar.
  • Mezcladora.
Para empezar a construir necesitaremos una base de mortero fresco impermeabilizada y bien nivelada donde apoyar la primera hilera de bloques. Como ya hemos dicho antes, los bloques son muy ligeros, solo el 20% de ellos es sólido, el resto son diminutos poros cerrados que le confieren unas magníficas propiedades térmicas, aislantes y acústicas.
Otro aspecto interesante del sistema es que al ser de por sí un buen aislante térmico, no requiere de más capas (en España al menos, nos podríamos ahorrar el aislante térmico), la fachada del edifico estará compuesta de una sola hoja formada por estos bloques, los acabados se aplican directamente sobre los muros Ytong.


En cuanto a su fabricación, se realiza en autoclave y necesita una cantidad de energía menor que cualquier otro material tradicional comparable. Requiere 1m³ de materia prima para generar 5m³ de producto final. El polvo y los restos que se liberan a lo largo del proceso y al realizar los cortes no son contaminantes y de hecho son reutilizables y se incorporan de nuevo a la cadena de producción como materia prima. Se trata por tanto de un material respetuoso con el medio ambiente y totalmente reciclable.


Las instalaciones van empotradas en rozas que se realizan en los muros con ayuda de la sierra de ranurar para las más pequeñas y la sierra eléctrica las más voluminosas. También dispone de piezas estructurales para forjados y cubiertas que llevan incorporada una armadura, pudiendo alcanzar vanos de hasta 6,60 m y voladizos de 1,5 m.


Para rematar, los bloques de hormigón celular Ytong son incombustibles y muy poco sensibles a los choques térmicos de manera que en presencia de fuego no se fisuran, no estallan ni liberan ningún tipo de gas nocivo. De hecho son una muy buena opción para construir cortafuegos.


En resumen, el sistema Ytong constituye una alternativa eficaz y completa frente a los sistemas tradicionales consiguiendo además mejores resultados en cuanto a aislamiento y eficiencia energética e incluso reduciendo costes y tiempo de construcción. Incluso la complejidad de sus soluciones constructivas es menor que en otros sistemas. Sin duda se trata de una opción a tener en cuenta si buscamos una vivienda más respetuosa con el medio ambiente y eficiente en todos los sentidos.