En el vasto universo cinematográfico, hay películas que trascienden el mero entretenimiento y se convierten en vehículos de reflexión y aprendizaje. Una de estas obras maestras es Planet of the Apes (1968 / 20th Century Fox), protagonizada por Charlton Heston y dirigida por Franklin J. Schaffner basada en la novela homónima de Pierre Boulle; una película clásica de ciencia ficción que ha resistido el paso del tiempo, siendo aclamada por su impactante narrativa y su capacidad para plantear preguntas filosóficas profundas y relevantes. La historia sigue a un astronauta que se encuentra en un futuro distópico en el que los simios son la especie dominante y los seres humanos son tratados como animales. A lo largo de la película, se aborda una serie de temas filosóficos, sociológicos y culturales que siguen siendo fundamentales en la sociedad actual: desde la naturaleza de la libertad y la justicia hasta la relación entre la tecnología y la sociedad; la película, por tanto, nos brinda una oportunidad única para explorar algunos de los asuntos más importantes de la humanidad.
Lecciones filosóficas
El Planeta de los Simios nos invita a reflexionar sobre la naturaleza humana y la moralidad, mostrándonos un mundo donde los roles se invierten y los simios son los dominantes. La película plantea preguntas como: ¿Qué nos hace humanos? ¿Cuál es nuestra esencia como seres morales? La respuesta a estas preguntas se revela a lo largo de la trama, haciendo un llamado a la introspección y la autorreflexión.
También nos invita a reflexionar sobre la importancia de la empatía. La película demuestra cómo los simios, inicialmente antagonistas, acaban empatizando con los humanos. Esto transmite el mensaje de que la empatía es una cualidad vital que hay que cultivar para construir un mundo mejor. Intentando comprender la perspectiva de los demás, podemos fomentar relaciones más amistosas y un planeta más tranquilo.
Otra moraleja que transmite la película es el peligro de la fe incuestionable. Los simios de la película se adhieren rígidamente a su fe sin dudar nunca de ella, lo que les lleva a tomar decisiones perjudiciales para ellos y para los demás. La película nos enseña que adherirse ciegamente a las creencias puede ser peligroso y que debemos estar abiertos a nuevas ideas y cuestionar nuestras convicciones. Al hacerlo, podemos evitar cometer errores y crear un entorno más positivo.
Además, se transmite la idea del poder de la autoridad. Los simios de la película dominan a los humanos, y este poder los corrompe. La película ilustra cómo el poder puede ser seductor y cómo puede llevar a la gente a hacer cosas que de otro modo nunca harían. Esto nos enseña que el poder debe utilizarse con responsabilidad y que debemos ser conscientes de los efectos que nuestras acciones pueden tener en los demás. Con esto en mente, podemos luchar por un mundo más equitativo.
Lecciones sociológicas
En primer lugar, nos muestra cómo la dinámica del poder puede dar forma a las interacciones sociales. Se considera que los simios tienen autoridad y dominio sobre los humanos, originando una estructura jerárquica en la que los oprimidos son tratados como inferiores. Este concepto puede aplicarse a escenarios de la vida real, donde un grupo con influencia puede emplearla para mantener una ventaja sobre los demás, fomentando las disparidades y manteniendo las estratificaciones sociales. Esta película también retrata cómo puede invertirse esa dinámica de poder, y cómo los subyugados se alzan para desafiar el statu quo.
Al mismo tiempo, también se explora el relativismo cultural y el choque de civilizaciones. Los protagonistas, provenientes de una sociedad humana avanzada, se enfrentan a una cultura completamente diferente, gobernada por simios. Este encuentro plantea preguntas sobre cómo juzgamos y entendemos a los demás, y cómo nuestras diferencias culturales pueden generar conflictos y malentendidos.
El film también profundiza en la noción de identidad social y en cómo puede influir en nuestras actitudes hacia los demás. Los simios se ven a sí mismos como superiores, justificando así su maltrato a los humanos. Esto sirve como ejemplo de cómo la identidad social puede llevar a la discriminación y a los prejuicios hacia los que se consideran diferentes. Además, muestra cómo la identidad social está moldeada por fuerzas externas, como los medios de comunicación y la propaganda, que pueden influir en nuestra visión de nosotros mismos y de los demás.
Por último, El planeta de los simios plantea cuestiones sobre la influencia de la tecnología en la sociedad. Los simios han desarrollado su propia tecnología, impulsando así su civilización. Sin embargo, también se utiliza para manejar y oprimir a los humanos, mostrando los riesgos potenciales de la tecnología y cómo puede explotarse para mantener disparidades y desequilibrios de poder. Los medios de comunicación, una forma de tecnología, también son un factor que moldea nuestras creencias y percepciones de ciertos grupos, lo que pone de relieve la necesidad de un pensamiento crítico y de concienciación en lo que respecta a cómo consumimos e interpretamos los medios de comunicación.
Lecciones culturales
También podemos extraer una plétora de enseñanzas culturales. Quizá la lección más significativa sea la de la importancia crucial de respetar las culturas y los sistemas de creencias divergentes. La película describe un mundo en el que los homo sapiens ya no son la especie preeminente, y los simios tienen ahora el control. Este cambio de poder subraya la necesidad de comprender y tolerar las diferentes culturas y estilos de vida. Además, pone de relieve la importancia de la diversidad cultural y cómo puede dar lugar a ideas y perspectivas novedosas.
Además, lel film nos transmite el peligro del imperialismo cultural. En la cinta, los humanos han impuesto su cultura y su forma de vida a los simios, lo que ha provocado una gran división entre las dos especies, llevando finalmente a la caída de la humanidad. Esto subraya la necesidad de honrar a otras culturas y no imponerles nuestras propias convicciones y valores. También subraya la importancia del intercambio cultural y de aprender de las distintas culturas.
Así mismo, se dilucida el papel del lenguaje en la cultura. Los simios poseen su propio lenguaje, distinto del lenguaje humano. Esto acentúa el valor del lenguaje en la formación de la cultura y cómo el lenguaje puede afectar a la forma en que percibimos el mundo. También se refuerza la necesidad de proteger las lenguas y culturas en peligro de extinción. Esto puede ayudar a proteger conceptos y estilos de vida únicos que son esenciales para una cultura concreta.
Otro punto importante es el tema de la importancia de contar historias en la cultura. La película tiene una potente narrativa que describe las tribulaciones de los simios y su lucha por la liberación. Esto demuestra el valor de la narración en la formación de la cultura y cómo las historias pueden moldear nuestros valores y opiniones. El planeta de los simios también subraya la necesidad de una variedad de voces y perspectivas en la narración. Esto puede dar lugar a nuevas ideas y puntos de vista que pueden moldear la cultura de forma beneficiosa.
No olvidemos también que, pese a ser una película de ciencia ficción, refleja muchas preocupaciones y tensiones de la época en la que fue realizada. Estrenada en 1968, la película aborda temas como el racismo, la Guerra Fría y la lucha por los derechos civiles, lo que la convierte en una obra que no solo entretiene, sino que también invita a la reflexión sobre el contexto sociopolítico de su tiempo.
Lecciones políticas
Una enseñanza esencial del filme es el peligro de una sociedad que carece de democracia y libertad. La película describe un mundo en el que los simios tienen el dominio, y las personas son tratadas como ciudadanos de segunda clase, lo que da lugar a un gobierno que somete a sus ciudadanos, y no hay libertad de palabra ni de expresión. Esto refleja la peligrosidad de los regímenes autoritarios que dan prioridad a sus intereses sobre los del pueblo y el papel vital de la democracia para garantizar que se tiene en cuenta la opinión de todos y se garantizan los derechos de todas las personas.
Otra lección política que podemos extraer es la necesidad de justicia social e igualdad. Los simios, la clase dominante, discriminan a los humanos, a los que consideran inferiores. Esto refleja la realidad, en la que ciertos sectores de la sociedad son discriminados por su raza, sexo o clase social. La película nos ilustra sobre la necesidad de una sociedad en la que todo el mundo reciba un trato similar y tenga acceso a las mismas ventajas y derechos. El personaje de Charlton Heston, que se opone a esta discriminación, nos transmite que debemos oponernos a la injusticia y luchar por una sociedad justa y equitativa para todos.
Lecciones religiosas
Para empezar, podemos recoger la importancia de la noción de divinidad y el vínculo entre las personas y sus deidades. Los simios de la película adoran a un legislador, una efigie que simboliza a su dios, y obedecen las leyes impuestas por él sin vacilar. Esto nos incita a considerar la esencia de la religión y si no es más que un dispositivo de control. Además, muestra la lucha de los humanos por encontrar su propia dirección en un mundo en el que su religión ha sido aniquilada, haciendo hincapié en el poder de la fe.
Otra lección aprendida es el concepto del bien y del mal. Los simios piensan que los humanos son malos por naturaleza y utilizan esta opinión para racionalizar sus malos tratos. Además, la emplean para justificar el comportamiento bárbaro de los de su especie hacia los que se oponen a la clase dominante. Esto demuestra los peligros de usar la religión para condonar actos de brutalidad y sometimiento. También lleva a considerar las fuentes de la maldad y si esta es nativa en la naturaleza humana o resultado del condicionamiento cultural.
Por último, El planeta de los simios nos enseña la importancia de desafiar a la autoridad. Los simios acatan sus leyes sin cuestionarlas, lo que conduce al sometimiento de los humanos y de su propia especie. La película subraya la necesidad de cuestionar la autoridad y la exigencia de un pensamiento crítico en un mundo en el que quienes ostentan el poder no siempre tienen en cuenta nuestros intereses. Esto es especialmente pertinente en nuestra sociedad actual, donde existe una creciente desconfianza en la autoridad y la necesidad de tomar las riendas de nuestras propias vidas.
Lecciones medioambientales
La película ilustra la importancia de conservar nuestros recursos naturales, advirtiéndonos de las consecuencias del agotamiento descontrolado y la destrucción del planeta. Debemos aprender a vivir de forma sostenible, tomando decisiones que nos beneficien tanto a nosotros como a nuestro entorno, respetando al mismo tiempo el frágil equilibrio de la naturaleza.
Asimismo, la cinta nos sirve como recordatorio de los efectos perjudiciales de la actividad humana sobre las poblaciones animales. Al presentar a los simios como la especie dominante y a los humanos como la minoría oprimida, pone de relieve la extinción y el peligro de extinción de muchas especies debido a la caza, la destrucción del hábitat y la contaminación. Debemos esforzarnos por proteger y preservar la biodiversidad de nuestro planeta para las generaciones futuras, apreciando el valor de todos los seres vivos.
También se destaca la importancia de la ciencia para comprender el medioambiente y prever las consecuencias de nuestras acciones. El desarrollo de la especie simia en ciencia y tecnología, comparado con el retroceso de los humanos, pone de manifiesto la necesidad del conocimiento y la investigación científicos para proteger el medioambiente y tomar decisiones acertadas. En este sentido, la ciencia desempeña un papel esencial en la comprensión de las intrincadas interacciones de la naturaleza y en la concepción de soluciones a los problemas medioambientales. Por tanto, debemos reconocer el valor de la ciencia y fomentar la alfabetización científica para combatir los retos ecológicos de nuestro tiempo.
Lecciones científicas
La evolución es un concepto clave presentado en la película, que describe un mundo en el que los simios se han desarrollado hasta convertirse en la especie líder, mientras que los humanos han retrocedido a un estadio más primitivo. Esta idea, que invita a la reflexión, plantea estimulantes cuestiones filosóficas sobre la esencia de la humanidad y su papel en el universo.
Además, se ejemplifica la importancia de las condiciones medioambientales en el avance de la evolución. Se retrata a los simios como si se hubieran adaptado a su entorno, lo que les permitió convertirse en la especie preeminente del planeta. Esta lección es fundamental para nosotros, que nos enfrentamos a un mundo en constante cambio, y pone de relieve la necesidad de adaptarse a las condiciones cambiantes para sobrevivir y prosperar.
Por último, se nos muestra los límites del conocimiento científico. A pesar de los amplios conocimientos científicos de los humanos, son incapaces de evitar su propia destrucción. Esto sirve como recordatorio de que, incluso con toda la tecnología avanzada, aún quedan numerosos misterios del universo por descubrir. Para obtener una comprensión completa de nosotros mismos y de nuestro entorno, debemos mantener la mente abierta y aceptar la posibilidad de nuevas revelaciones.
Conclusión
El Planeta de los Simios, protagonizada por Charlton Heston, es mucho más que una simple película de ciencia ficción, ya que ha dejado una huella indeleble en la cultura popular, recordando la importancia de cuestionar nuestras propias estructuras de poder y de luchar por la libertad y la igualdad en nuestras sociedades. Si estás buscando películas para pensar, El Planeta de los Simios es sin duda una opción que te hará cuestionarte a ti mismo y al mundo que te rodea.
Lecciones de la nueva saga
En esta nueva versión o actualizacion de la saga, que ya alcanza su cuarta película en 2024 (recordemos que la saga original tenia 5 mas un malogrado remake de Tim Burton en 2001. sin contar series y comics) la acción transcurre con una población humana muy reducida tras una enfermedad apocalíptica procedente de los simios, que los humanos tenían como animales de compañía y de faena. Los simios quedaron libres, genéticamente desarrollados, con inteligencia y formando una sociedad ajenos a los humanos, que creen extintos. La sociedad de los simios es primitiva, pero ya tienen escuelas en las que enseñan a los pequeños una de las ideas que los unen: Ape not kill ape, así escrito, con la gramática y escritura que alcanzan a manejar. Cuando llega el encuentro entre humanos y simios se producen conflictos y división de pareceres. Lo que me importa destacar es cómo un grupo de simios, dirigidos por Koba, pretende acabar con los humanos. Razones no les faltan, desde el trato recibido en la etapa anterior hasta el comportamiento de algunos humanos tras el reencuentro. En ambos bandos hay quien quiere construir una convivencia pacífica, pero las circunstancias se lo ponen muy difícil. Koba lleva la situación al límite y acaba matando a algún simio. Aunque ya es tarde para un arreglo con los humanos, César, el líder pacifista, logra vencer a Koba que, tras la pelea, está a punto de caer al vacío. Solo le sujeta la mano de César. Koba le recuerda la máxima de la sociedad simia para que no lo deje caer. Tras un breve momento de duda, César le contesta: tú no eres simio, y lo suelta. Todos en el cine aplauden.
César acaba de generar un mal precedente con una mentira (algo que no es deseable, pero sí realista y permite que la película sea precuela de la serie original). Koba sí es un simio, mal que les pese a quienes creen en las utopías. Negar la condición de simio a un individuo para poder saltarse las reglas morales es un recurso que hemos visto, mutatis mutandi, en demasiadas ocasiones. El bárbaro o el salvaje frente al civilizado, el infiel frente al creyente, el negro frente al blanco, el contrarrevolucionario frente al pueblo, y así en mil ejemplos más. La historia se repite, desde genocidios hasta casos más mundanos de pertenencia a grupos. “No es de los nuestros” puede justificar cualquier cosa.
Desafortunadamente, vivimos en tiempos más civilizados y las consecuencias son menos graves, aunque las sigue habiendo. Algunas gentes de izquierda niegan a otras el ser de izquierdas y las gente de derechas niegan a todos los que nos sean de esta ideologia, pues es esta ideologia la que genera mas discriminación, injusticias y desigualdad, es la mas clasista y clásica de todas, y solo puedes estar a favor o en contra, como la historia demuestra. Todos los grupos tendrán sus moderados y sus exaltados, sus racionales y sus irracionales. Son de izquierda tanto los que quieren una revolución en busca de una sociedad mas justa como los moderados socialdemócratas que esperan que el capitalismo arregle todos los problemas que genera, y son de derechas tantos los que esperan resurgimientos de imperios y volverse realeza multimillonaria sin esfuerzo ni robar, como los que esperan milagros económicos sin que haya consecuencias, pobreza, cambios climáticos y exterminios o guerras. En ambos casos podriamos decir que vivimos una ficción permanente, una ilusión religiosa, una sociedad que aún dista mucho de ser civilizada y evolucionada, que no nos diferencia tanto de los horrores que podemos observar asi en pantalla grande como en la realidad.
Fuentes base: filosofiaenlared.com/2023/04/el-planeta-de-los-simios-lecciones-filosoficas.
filosofiaenlared.com/2022/01/tu no eres un simio
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